Las correas de reloj de cuero y piel son elegantes y duraderas, pero con el tiempo acumulan suciedad, sudor y...
¿Por que se ha deteriorado mi correa de cocodrilo?
Bien, pues precisamente ahí está el problema: En el trabajo de tu cliente.
Siempre tendemos a imaginarnos que los trabajos más físicos o las actividades deportivas, son los que más van a tender a deteriorar el extensible de tu reloj. Y la verdad no siempre es así. Además, es un perfil de cliente que suele usar ropa formal y por lo tanto lleva un reloj de vestir.
Claro que otros factores como el sudor, el uso de cremas y demás van a influir, pero es evidente que el desgaste de las correas de reloj es directamente proporcional al roce que sufre. A nuestro alrededor estamos rodeados de superficies que si bien a nuestro tacto las calificaríamos de suaves, sin embargo no dejan de ser abrasivas. Entre estas tenemos la superficie de un escritorio de oficina o la carcasa de un portátil. Seguro que en tus labores diarias como joyero o como relojero estás familiarizado con las labores de pulido ya sea de una joya, de la caja o del cristal de un reloj. Hay discos de pulir que son realmente suaves y sin embargo pulen. ¿Puedes llegar a imaginarte la cantidad de veces que ese cliente oficinista ha rozado su reloj contra la superficie de la mesa de trabajo, contra el reposa muñecas de su teclado o contra el chasis de su laptop durante su jornada laboral? Te garantizo que son unas cuantas miles de veces. Cada vez que sus manos se desplazan sobre su teclado con el reloj puesto, está puliendo la superficie de la correa y está haciéndolo precisamente en parte que más sobresale: Las trabillas y la punta de la correa.
La foto es de un buen reloj que me regalaron durante la feria de Basilea. La correa no es Diloy, pero me consta que es una correa hecha con una buena piel italiana. Empecé a usar el reloj al llegar a Madrid, digamos el 28 de marzo. Muchos días me lo he quitado para trabajar, hemos tenido por medio Semana Santa y el puente del 2 de Mayo (festivo en Madrid). Escribo estas líneas a 7 de mayo y el resultado era el que preveía y el que he repetido en innumerables ocasiones en los bancos de pruebas del departamento de control de calidad de Diloy.
¿Por qué he destrozado la correa adrede? Pues porque era una buena oportunidad de probar una correa italiana fabricada por otra prestigiosa marca que no voy a nombrar y comprobar que pese a costar casi el doble que una correa Diloy, el resultado ha sido el mismo.
Conclusión: No se trata de un problema de calidad de la correa. Se trata de un uso inadecuado de la misma. Las imitaciones de piel de cocodrilo son una de las correas de piel más delicadas que hay. El acabado superficial dado en la curtiembre tiene un grosor mínimo para evitar que la piel parezca plástico y ese grosor acaba siendo desgastado por cualquier superficie abrasiva. Y ojo, con el cocodrilo legítimo no mejora demasiado. Sí que tenemos algo más de grosor por pulir, pero muy pronto veremos como hemos arrancado el tinte superficial y empezamos a ver el color interno de la piel que será unos grados más claro.
¿Como evitar este deterioro?
INFORMACIÓN ADICIONAL:
- Lo mejor es recomendar a tu cliente que ocupa un puesto administrativo que tal vez la correa más adecuada para él no sea una imitación cocodrilo. Una correa de cuero natural sería mucho más adecuada.
- Siempre, uses la correa que uses, es mejor quitarte el reloj para trabajar si durante tu jornada laboral va a estar rozando la superficie de tu mesa.
- Correas de cocodrilo (Imitación y legítimo)
- Correas de piel natural de toro
Leave a comment
Log in to post comments